Defensa

La presencia militar de EE UU en Rota crecerá hasta los 3.800 efectivos

La llegada de otros dos destructores podría retrasarse hasta un año y habrá que realizar obras en la base

Fue en octubre del año 2012 cuando el entonces ministro de Defensa, Pedro Morenés, firmaba con su homólogo estadounidense, Leon Panetta, el acuerdo por el que se autorizaba el despliegue de cuatro destructores estadounidenses en la Base Naval de Rota (Cádiz), oficializando de esa forma una iniciativa que el expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero anunciaba un año antes. Un despliegue que formaba parte del conocido como escudo antimisiles de la OTAN, una potente arma defensiva con sistemas de detección y neutralización repartidos por diferentes países para proteger a los aliados de misiles enemigos, los cuales pueden ser detectados en un radio de unos 3.000 kilómetros.

El primero de esos cuatro destructores, el «USS Donald Cook» llegó en febrero de 2014 y ahora, poco más de ocho años después, Estados Unidos ha anunciado –y el Gobierno español ha aceptado a falta del trámite parlamentario– el despliegue de otros dos buques más en la base gaditana con el objetivo de aumentar tanto la presencia estadounidense en el área del Mediterráneo como la capacidad de defensa de los aliados ante ataques de este tipo.

«Esbueno para la seguridad de los miembros de la Alianza y del mundo», apuntó ayer la ministra de Defensa, Margarita Robles, para defender la llegada de más buques de guerra a Rota y pedir «sentido de Estado» a todo el arco parlamentario (incluido su socio en el Gobierno de Coalición) para que den luz verde a este despliegue, que conllevará una nueva enmienda al Convenio para la Defensa entre el Reino de España y Estados Unidos, que data del año 1988. Ya se ha modificado en otras ocasiones (la última en junio del año 2015) para aumentar la presencia militar estadounidense en las bases de Rota y Morón de la Frontera (Sevilla), consideradas estratégicas por su situación para Washington.

Entre seis meses y un año

El acuerdo se cerró el pasado mes en el viaje a Estados Unidos de Robles, quien no quiso dar fechas concretas pero sí que confirmó que está «todo planificado». Eso sí, habrá que realizar obras en la base para acogerlos, las cuales, en principio, financiará Estados Unidos. Fuentes de Defensa confirmaron que el despliegue no se producirá hasta dentro de, como mínimo, «seis meses o un año»: «Estados Unidos debe explicar primero su plan y, a partir de ahí, se llevará al Consejo».

Y es que una vez se cumpla con toda la burocracia parlamentaria nacional e internacional, en Rota pasará de haber aproximadamente 3.200 militares de EE UU (1.300 de ellos marinos de los cuatro destructores ya desplegados) a unos 3.800. Una cifra de efectivos que sigue estando dentro de los 4.250 autorizados por España, algo que no ocurre en el caso de los medios, pues desde 2013 únicamente se autorizaba la presencia de cuatro destructores «Aegis» de la Marina de los Estados Unidos y sus tripulaciones «para contribuir a la defensa contra misiles balísticos». Pero también se permite el despliegue de 36 aeronaves, además de 1.000 civiles.

Eso, en lo que se refiere a la base gaditana, porque el Convenio también detalla el despliegue autorizado en la de Morón. Se modificó en 2015 para permitir la presencia permanente de una fuerza de respuesta de crisis, sobre todo para actuar en África y Oriente Medio. Así, en la base sevillana pueden establecerse hasta 2.200 militares estadounidenses y 21 aeronaves, pudiendo aumentar en situaciones de crisis puntuales en 800 efectivos y 21 aeronaves más.

Los buques más modernos

En cuanto a los destructores, en los últimos años Estados Unidos ha ido renovando su flota en Rota para trasladar los más modernos. Los últimos en llegar fueron el«USS Arleigh Burke»(abril de 2021) y el «USS Paul Ignatius» (el pasado día 18). Junto a ellos están el «USS Roosevelt» y el «USS Porter». Todos equipados el sistema de combate «Aegis», recientemente mejorado con la última tecnología para llevar a cabo «operaciones efectivas antiaéreas, antisubmarinas, antisuperficie y de ataque en entornos de alta amenaza».

Escudo antimisiles
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Van armados con misiles «SM-3», siendo capaces de detectar, seguir y derribar misiles balísticos en vuelo. Además, pueden rastrear de forma simultánea hasta 200 blancos a más de 370 kilómetros, ofreciendo así una vigilancia y un seguimiento de largo alcance.

Junto a la base de Rota, el escudo también dispone en Holanda, Polonia, Turquía o Rumanía, de radares y baterías de misiles. Unos radares con un alcance de detección que supera los 2.000 kilómetros.

Su funcionamiento es sencillo: una vez los radares detectan el misil enemigo, se lanza, desde el punto que se determine, un misil neutralizador capaz de interceptar el arma atacante a una velocidad de 1.000 kilómetros por hora.

Tal y como apuntó ayer el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro Esteban López Calderón, este refuerzo «significa la potenciación de la defensa antimisiles euroatlántica», porque con seis «las posibilidades de defensa mejoran».