Desfile 12-O
Las Fuerzas Armadas sacan hoy músculo en Madrid tras dos años de limitaciones
Más de 4.000 efectivos, 150 vehículos y 84 aeronaves participan hoy en el desfile del 12-O, que recupera las cifras prepandemia
Con las cifras en la mano puede decirse que el tradicional desfile con motivo del Día de la Fiesta Nacional ha recuperado la normalidad tras varios años reducido y con limitaciones debido a la pandemia. Ya en mayo, en la parada del Día de las Fuerzas Armadas en Huesca se notó esa recuperación, la cual se confirma con los más de 4.000 efectivos, 150 vehículos y 84 aeronaves que participarán hoy, unos datos prácticamente calcados a los de la última edición «normal», 2019. El pasado año apenas fueron 2.600.
Así que hoy, los ciudadanos que se agolpen a lo largo de los casi dos kilómetros de recorrido podrán ver una amplia representación de las Fuerzas Armadas, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Protección Civil. Ante ellos pasarán a pie, en sus vehículos y en sus aeronaves, justo pocos días después de que se confirmase ese aumento del Presupuesto de Defensa para la adquisición de nuevo armamento y medios, algunos de los cuales con toda seguridad desfilarán en los próximos años.
De momento, este año pocas novedades de este tipo hay, salvo el nuevo avión de enseñanza del Ejército del Aire, el «Pilatus», que ya se estrenó en el desfile de Huesca. Eso sí, hasta el último momento estaba prevista la presencia del futuro blindado 8x8 «Dragón» del Ejército de Tierra, pero fuentes militares confirmaron que «no fue posible».
Aunque a las 10:00 ya se situará ante la tribuna el batallón de honores de la Guardia Real, será a las 11:00 cuando dé comienzo la parada militar con la llegada de los Reyes a la Plaza de Lima. Allí serán recibidos, entre otros, por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, respectivamente, y el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), almirante general Teodoro López Calderón.
Tras el himno, Felipe VI, capitán general de las Fuerzas Armadas, pasará revista al batallón y saludará al resto de autoridades, entre las que están los ministros, los presidentes autonómicos (no asistirán, como ya es tradición, los de Cataluña y País Vasco) o los del Congreso y el Senado. La principal ausencia en esta edición será la de Carlos Lesmes, ya expresidente del CGPJ, institución que no estará representada por sus máximos responsables.
Una vez cumplida la parte más protocolaria, el Rey se situará en la tribuna, desde donde observará como un efectivo de la Patrulla Acrobática de Paracaidismo del Ejército del Aire (PAPEA) salta desde un avión a 1.500 metros portando la bandera, la cual, una vez en tierra, se izará en el mástil situado frente a las autoridades.
A ese lugar se acercará Felipe VI para iniciar el homenaje a los que dieron su vida por España. Primero, colocará una corona de laurel ante el monolito que los recuerda para, acto seguido, entonar junto al resto de uniformados «La muerte no es el final». En ese momento, si los tradicionales abucheos respetan la parte más emotiva, se hará un silencio casi sepulcral (pararán hasta las obras del estadio Santiago Bernabéu) y únicamente se escucharán los acordes del toque de oración.
Las salvas disparadas desde los cañones situados en la Plaza de Joan Miró pondrán fin a este homenaje y del oeste, volando desde la avenida del General Perón, los siete aviones de la «Patrulla Águila» cruzarán el Paseo de la Castellana pintando los colores de la bandera en el cielo de Madrid.
Los madrileños no bajarán la cabeza porque acto seguido comenzarán a pasar las 84 aeronaves participantes (58 aviones y 26 helicópteros), entre ellos los cazas Eurofighter, F-18 y F-5, los helicópteros de ataque «Tigre» y los «Chinook» o los aviones de despegue vertical «Harrier» de la Armada». Una nueva pasada de la «Patrulla Águila» dará por cerrada esta fase y, ya sí, tocará mirar de nuevo al asfalto por donde comenzarán a circular, desde Cuzco, las unidades motorizadas, encabezadas por las motos de la Guardia Real y entre las que destacan los blindados «Leopard» o «Pizarro», el vehículo de Operaciones Especiales «Netón» o varios obuses autopropulsados.
Por último, los uniformados desfilarán a pie en representación de los dos Ejércitos, la Armada, la UME, la Guardia Civil y la Policía Nacional, además de la Policía Canaria. Y, como siempre, cerrarán el acto las unidades con paso específico: los legionarios y los regulares.
Desde allí, los Reyes y las autoridades se trasladarán inmediatamente hasta el Palacio Real para la tradicional recepción, la cual también ha recuperado su formato prepandemia.
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