Apoyo a Ucrania

El giro detrás del envío de misiles y "Leopard"

El Gobierno, que rechazó mandar material «ofensivo», rectificó y cada vez aporta medios más letales. Ha reforzado las misiones en el Este y entrena a militares ucranianos

Militares ucranianos durante un ejercicio de tiro en Toledo
Los doscientos jóvenes ucranianos que han recibido formación militar por parte del Ejército español en la Academia de Infantería de Toledo finalizan este jueves sus cinco semanas de instrucción básica, listos para integrarse en las fuerzas armadas de su país y con la moral alta, convencidos de que la victoria será suyaIsmael HerreroAgencia EFE

El envío de armamento a Ucrania abrió hace un año una nueva crisis en el seno del Gobierno de coalición por el rechazo de Unidas Podemos. Así que, en los primeros compases del conflicto, España se centró en dos puntos menos «dañinos»: el envío de «material defensivo» y sanitario, y el refuerzo de efectivos y medios en las diferentes fuerzas permanentes de disuasión de la OTAN en el Este.

En un primer momento se rechazó cualquier envío de forma bilateral, alegando que debía hacerse a través del Fondo de Apoyo a la Paz. Sin embargo, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no tuvo más remedio que rectificar y anunció en marzo un primer cargamento «ofensivo» con 1.370 lanzagranadas contracarro, 700.000 cartuchos y ametralladoras ligeras. A partir de ahí, y de una forma tímida y sobre todo «discreta», se sucedieron más envíos: municiones, misiles, vehículos, ambulancias, blindados, uniformes... No hay una cifra oficial del material militar entregado por España, pero según el Instituto Kiel por la Economía Mundial, nuestro país ocupa en la actualidad el puesto 22 de 40 donantes, con alrededor de 83 millones en material.

Entre medias, España continuaba reforzando las fuerzas permanentes de la Alianza en el flanco Este. Así, solo en 2022 desplegó en ellas 30 cazas, diez buques de guerra y más de 2.200 efectivos adicionales en el Báltico, el Mar Negro o el Mediterráneo. Además, envió baterías de misiles, un radar de alerta temprana o artillería.

Pero en verano se abrió un frente mayor: Ucrania pedía carros de combate y España lo rechazó. Los socios se quejaron y Robles dijo que se encontraban en un estado «lamentable». No se habló más y mientras seguían sucediéndose los despliegues en el Este y los cargamentos con armamento, cada vez más «letales», como las baterías de misiles «Aspide» o los lanzadores «Hawk».

Entrenamiento

Al mismo tiempo, Defensa atendía a militares ucranianos heridos en los hospitales de Zaragoza y Madrid: más de medio centenar han recibido asistencia sanitaria en España por heridas en combate. Y también ofrecía su experiencia para entrenar a sus uniformados. Empezó con una formación bilateral en temas concretos, como el manejo del material enviado o ciberdefensa, para finalmente sumarse a la nueva misión de adiestramiento de la UE. Unos 800 militares y civiles ucranianos han recibido hasta ahora formación en Almería, Madrid, Zaragoza o Toledo, donde se creó el «Toledo Trainning Command», uno de los tres centros de adiestramiento que hay en Europa. La oferta de España es la de instruir en dicho centro a 400 personas cada dos meses.

El tema de los «Leopard» seguía en el aire y todo cambió a principios de año, cuando finalmente España se abrió, en coordinación con los aliados, a enviarlos. Ahora, según indicó Robles hace unos días, es «una decisión tomada». Lo que se desconoce es la cantidad final, porque el miércoles Robles confirmó que serían seis del medio centenar almacenados desde hace una década y que están siendo puestos a punto. Pero ayer Sánchez elevó esa cifra hasta los diez.

Otras aportaciones

A la espera de su envío, previsiblemente en primavera, unos 55 ucranianos se forman ya en Zaragoza en su manejo y mantenimiento. Esta y el despliegue de una batería de misiles en Estonia y una fragata en el norte de Europa son las últimas contribuciones de España a la defensa ucraniana y a la seguridad aliada en el Este.

Esto, en lo que se refiere a armamento y apoyo militar, puesto que España también ha contribuido acogiendo a refugiados y con aportaciones económicas. En total, nuestro país ha gestionado 166.000 protecciones temporales, situándose así como el quinto país de la Unión Europea con mayor número de concesiones. Asimismo, un total de 37.880 estudiantes ucranianos se encuentran ahora mismo escolarizados, casi un 40% de ellos en Primaria. En cuanto a la ayuda directa al país, a través de la Agencia Española de Cooperación (AECID), el Ministerio de Exteriores destinó un total de 31 millones de euros para ayuda de carácter humanitario, de los que 23 fueron a Ucrania y ocho a otros países de la zona. Además, se enviaron 14 grupos electrógenos, 135 transformadores y 26 pararrayos, así como ocho toneladas de material sanitario y medicamentos.