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Cronología de la caída de los duques de Sussex
Puede que su estrategia para ganar dinero se estudie en un futuro en las escuelas de negocios como un caso convincente sobre el fracaso definitivo de una marca
Uno de los cortesanos más distinguidos del siglo pasado, Sir Frederick «Fritz» Ponsonby, aseguró que, después de casi 50 años de servir a la reina Victoria, Eduardo VII y Jorge V, había llegado a la conclusión de que la historia no es lo que ha sucedido, sino lo que la gente piensa que sucedió.
Dicho esto, pongamos ahora el foco en Harry y Meghan. Tal y como asegura su círculo cercano, puede que, en efecto, estén viviendo plácidamente su vida en su mansión de Montecito ajenos a todo. Sin embargo, lo que pasará a la historia es que, pese a las grandes expectativas, 2023 no ha sido un buen año. Nada más lejos de la realidad. Eso al menos es lo que la gente piensa que ha sucedido. Por tanto, lo que pasará a la historia.
«The Hollywood Reporter», biblia en el mundo del cine, televisión y espectáculo, (en definitiva, los sectores donde se quieren centrar los Sussex), ha publicado su lista anual de «ganadores y perdedores». Y el príncipe y su mujer están en la segunda categoría.
«En 2020, la pareja real huyó de una vida de servicio público ceremonial para sacar provecho de su estatus de celebrity en los Estados Unidos», reza la revista. «Pero después de un documental lleno de quejas en Netflix, una biografía de reproches («Spare», incluso el título es una queja malhumorada) y un podcast inerte, la marca Harry y Meghan se hinchó hasta convertirse en una burbuja mojigata que rogaba ser reventada, y South Park fue el alfiler», concluye en referencia al episodio en el que salen caricaturizados en la popular serie con «desprecio y burla».
Por su parte, Forbes, la respetada revista de negocios estadounidense, califica a los Sussex como un «estudio de caso convincente para la Escuela de Negocios de Harvard sobre el fracaso definitivo de las marcas». Un columnista aconsejó a los lectores cómo «evitar la estrategia de Harry y Meghan de no tener compradores a la hora de construir una marca». Otro instaba al hijo de Carlos III a dejar de centrarse en una «carrera que se desvanece como filántropo bon vivant y celebridad de segunda categoría» y a optar por no «seguir llevando una vida cada vez más inútil como adorno irrelevante para buenas causas».
Para Mark Borkowski, publicista y estratega de medios que ha seguido de cerca el lanzamiento de los Sussex en Estados Unidos, la pareja aún tiene que encontrar el camino correcto para convertir el impulso de su fama en carreras a largo plazo. «Estaban sobrevalorados», asegura a «The Telegraph». «Hollywood es voluble. Cuando ganas dinero, todos te quieren. Si no estás ganando dinero, si hay negatividad a tu alrededor, te vuelves bastante tóxico», añade. «Lo único que no le gusta a Hollywood y a Estados Unidos es demasiada negatividad. Atacar a la Familia Real no ha sido bien recibido, por lo que tienen que idear una nueva estrategia”, dice. La serie «The Crown» termina su última temporada ofreciendo una imagen en la que Harry no sale especialmente favorecido, frente a la cara más amable de Camilla y un responsable príncipe William.
¿Qué es lo que ha pasado? Justo hace ahora un año, según su propio documental de Netflix, 2023 parecía que iba a ser su gran año. La Familia Real y los medios de comunicación mundiales esperaban con gran expectación la biografía de Harry, «Spare». Los Juegos Invictus, un gran impulso para el príncipe, aparecían en la agenda, los acuerdos de Netflix y Spotify todavía estaban en marcha y su tarjeta de felicitación de Navidad incluía una foto de ellos aceptando un premio de derechos humanos por su «valentía» al abordar la cuestión racial, cuestiones de justicia y salud mental.
Sin embargo, el acuerdo con Spotify ha sido cancelado, la promesa de sus producciones de Netflix se ha estancado y sus donaciones a la Fundación Archewell se han reducido en 11 millones de dólares en un año. Bill Simmons, director de innovación y monetización de podcasts en Spotify, añadió leña al fuego al llamar a los Sussex «malditos estafadores». Incluso el brillo dorado de Invictus, una especie de juegos olímpicos para militares amputados, se apagó con la salida de dos ejecutivos de los juegos de invierno.
Por su parte, la posibilidad de una reconciliación familiar está más que anulada con la publicación de «Endgame», («Final de Juego»), una visión de la Familia Real desde la perspectiva del periodista Omid Scobie, bautizado como «portavoz de Meghan». El príncipe William es retratado como celoso, Kate como una esposa fría «tipo Stepford» y el rey Carlos III como un verdadero incompetente.
La credibilidad de los Sussex parece ahora de alguna manera vinculada a la credibilidad de Scobie. Incluso las acusaciones más poderosas, como la publicación «por accidente» de los dos miembros de Palacio (Carlos III y Kate) que supuestamente dijeron los comentarios racistas mostrando la preocupación del color de piel que podrían tener sus hijos, no funcionan a favor de los Sussex. Los expertos consideran que les quita poder a su propia historia.
Una única batalla ganada
Quizá la única buena noticia haya sido su victoria judicial en su lucha contra la mala praxis de algunos medios de comunicación británicos. Mirror Group Newspapers, el grupo propietario de tabloides como «Daily Mirror», «Sunday Mirror» o «The People», ha sido condenado tras considerar probado que se accedió ilegalmente a la información almacenada en el móvil del duque de Sussex. El demandante aportó 33 artículos publicados por estos medios entre los años 2004 y 2009, de los cuales 15 están basados en datos obtenidos mediante el hackeo de su terminal, por lo que será indemnizado con 163.000 euros.
Pese a toda la controversia que siempre les envuelve, el círculo más estrecho en la nueva vida de los de Montecito asegura que están felices. Hay planes en marcha para «un mayor enfoque en contenido ficticio y con guión», y están adaptando la novela «Encuéntrame en el lago», que tiene paralelos con su propia historia de amor.
La ironía es que, si bien el mundo parece quejarse de escuchar demasiado sobre ellos, tampoco puede dejar de observarles. Siguen siendo algunas de las celebridades más leídas del mundo. «El desafío al que se enfrentan ahora es que las excusas han desaparecido. Los Sussex deben valerse por sí mismos», asegura «The Telegraph».Tal como decía Sir Frederick «Fritz» Ponsonby, no es lo que realmente ha sucedido. Y lo que la gente piensa es que han dejado de triunfar. Eso es lo que pasará a la historia.
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