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Ana Obregón cumple su tradición con Anita con una foto inédita en Mallorca

La presentadora se ha propuesto subir una foto de la pequeña todos los días 20 de cada mes para mostrar cómo crece sana y fuerte

Ana Obregónha vuelto a sonreír y, según afirma ella con rotundidad cada vez que tiene ocasión, también ha vuelto a sentirse viva. El motivo no es otro que la llegada a su vida de la pequeña Anita, la bebé que le ha salvado de la tristeza más profunda tras perder a su hijo, Álex Lequio, a consecuencia de un cáncer. También por la pérdida de sus dos progenitores con muy poco tiempo de diferencia, lo que vino a agravar su estado de melancolía, que tan solo ha podido superar al tener en brazos a su princesa, a sus 68 años de edad.

La presentadora ha vuelto a compartir una instantánea en sus redes sociales para felicitar a la pequeña Anita por sus cuatro meses de vida. La niña nació el pasado mes de marzo de 2023 a través de gestación subrogada. Una vez superada la polémica inicial y el hecho de que todos pudiesen opinar sobre su deseo de cumplir la última voluntad de su hijo de ser padre, ahora tan solo toca disfrutar. Y así parece que lo está haciendo Ana Obregón, que ha subido en su perfil personal de Instagram una tierna estampa con su retoño dormida sobre su pecho.

Ana Obregón (Instagram)
Ana Obregón (Instagram)Redes Sociales

La expareja de Alessandro Lequio ha aprovechado un alto en sus vacaciones emplazadas en su casa de Mallorca para lanzarle un mensaje directo a su niña. Aún es pronto para que lo lea, pero seguramente el amor que transmiten le llegarán tarde o temprano: “Hoy hace cuatro meses desde que me devolviste la vida Anita, Feliz cumple”, le dedicaba la presentadora, con una fotografía que hasta el momento no había mostrado al público. Una instantánea que ya puede considerarse tradición, como lo fue en sus años dorados su posado veraniego. Y es que cada día 20 de cada mes, Ana Obregón comparte una imagen de su niña, para así mostrar cómo está creciendo sana y fuerte bajo sus mimos y atenciones.

Parece que Mallorca se ha convertido para Ana Obregón en su mejor refugio y un remanso de paz en el que disfrutar de las mieles de esta nueva aventura. Un lugar que ha servido de escondite como ya lo fue en su día Miami, donde la pequeña llegó al mundo, antes de poner rumbo a España y conocer su nueva vida y a su orgullosa abuela que ejerce de madre con felicidad renovada.