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Claudia Rodríguez, la viuda de Santana triunfa en los negocios

Un año después de la muerte del tenista madrileño, su mujer sigue a cargo, con éxito, de los negocios que él creó

Claudia Rodríguez y Manolo Santana en un evento deportivo
Claudia Rodríguez y Manolo Santana en un evento deportivoGtres

El diciembre pasado se cumplió el primer aniversario de la muerte de Manolo Santana. La vida para su viuda, Claudia Rodríguez, continúa desde entonces sin demasiados sobresaltos. Los últimos años de la vida del tenista, Claudia vivió volcada en cuidar a Manolo, que sufrió diversos achaques de salud, hasta que el párkinson hizo acto de presencia. Su muerte, víctima de una parada cardiorrespiratoria, a los 83 años, dejó muy tocada a la colombiana, que estaba muy unida al deportista madrileño.

La pareja se hizo inseparable desde que se conocieron en 2003, cuando Santana sorprendía a todos anunciando que estaba de nuevo enamorado. Acababa de caer prendado de los encantos de Claudia, una mujer mucho más joven que él. Nada más conocerse, se hicieron inseparables hasta los últimos años de vida de Manolo, en que su salud comenzó a resentirse y Claudia tomó las riendas de su vida, encargándose de todo. También se hizo con el control patrimonial de los negocios de Santana, incluida la «niña» bonita del tenista, el Manolo Santana Racquets Club Marbella. Manolo Santana fundó este centro a través de la sociedad Racquets Club Marbella SL en 1997, y rápidamente se convirtió en un referente en el mundo del tenis en la Costa del Sol. En Marbella, Santana era casi una institución, y el club, un lugar de reunión para amigos del tenista y centro de negocios de la jet set marbellí. El club se hizo rápido con una cartera de clientes. Sus instalaciones, con 6 pistas de tenis, cuatro de pádel, gimnasio, piscina y una zona de restauración, lo convirtieron en el club deportivo preferido de la élite por su variedad de actividades deportivas y de ocio para toda la familia en un entorno exclusivo. La joven novia del tenista ingresó en la sociedad en junio de 2011, convirtiéndose en administradora única de la misma.

Plenipotenciaria

Eran tiempos en los que Santana delegó el funcionamiento del club en manos de su pareja, que hacía y deshacía a su antojo, no sin críticas de algunos íntimos del tenista que veían en ella un exceso de celo a la hora de controlar, no solo el club, sino también la vida del deportista. La acusaban de haber «secuestrado» a Manolo, apartándolo de todos sus amigos. Ella se defendía aprovechando las redes sociales para mostrar a un Manolo en aparente buen estado, pero, en realidad, ya estaba muy deteriorado. La actitud de Claudia, algo hosca a la hora de tratar con los medios, tampoco ayudó. En noviembre de 2019, Claudia incluyó a su hijo, Christian Tuay Rodríguez en el organigrama de la sociedad, convirtiéndose en apoderado de la misma.

Former player tennis Manolo Santana and Claudia Rodriguez during Davis Cup in Marbella.
Former player tennis Manolo Santana and Claudia Rodriguez during Davis Cup in Marbella.KMJ/KMAGTRES

Tras la muerte de Santana, Claudia se convirtió en propietaria del club –un cargo que ocupaba ya desde 2011 de forma oficiosa– cuando Santana pasó a ser un mero apoderado de la sociedad, en febrero de 2013. En el año transcurrido desde el fallecimiento del tenista, lo cierto es que su viuda ha conseguido reconvertir el club, haciéndolo una empresa más rentable. Ha incrementado el número de socios (que supera el millar), haciendo que la sociedad cerrara el último ejercicio de 2021 con una cifra récord de negocio. Racquets Club Marbella SL facturó en este período 675.000 euros, una cifra muy superior al conseguido en el año anterior, con Santana vivo, cuando el club declaró 445.000 euros. Claudia ha conseguido aumentar casi un 50 por ciento la rentabilidad de la empresa en solo un año. Además, también es administradora única de Rolwim SA, la otra sociedad heredada de Santana. La empresa es dueña de la marca Racquets Club Marbella. Rolwim no sigue la estela de éxito de Racquets Club. Sus cuentas revelan una caída de ingresos en los últimos años desde los 65.000 euros en 2020 hasta los 51.000 euros declarados en 2021.

Un club en estado de abandono

El Sport Center Manolo Santa en Villaviciosa de Odón, Madrid, yace en el abandono más extremo y está incluso okupado. Este centro de más de 40.000 metros cuadrados, que lleva cerrado desde el año 2019 y salió a subasta por 12 millones de euros , fue comprado en 2022 por una gran cadena británica, cuya intención es construir un nuevo centro deportivo mucho más moderno. De momento, aún nada se sabe de las obras y las instalaciones siguen deteriorándose.