Salud mental
El grito de auxilio de los cantantes españoles
Alejandro Sanz ha sido el último en decir públicamente que no se encuentra bien: «A veces no quiero ni estar»
Las redes sociales se han convertido en una herramienta de lo más útil para empatizar con el resto del mundo y naturalizar los problemas de salud mental. A este respecto, era Alejandro Sanz quien este fin de semana sorprendía publicando un mensaje donde se sinceraba sobre el duro momento que está atravesando. Lo hacía de madrugada despertando la preocupación entre todos sus fans. «No estoy bien. No sé si esto sirve de algo pero quiero decirlo. Estoy triste y cansado», comenzaba expresando el madrileño.
Y lo hacía intentando conectar con las personas que podían sentirse igual que él: «Por si alguien más cree que hay que ser siempre una brisa de mar o un fuego artificial en una noche de verano». Sin embargo, el autor de «Corazón partío» aseguraba que estaba intentando ponerle remedio a su situación. «Estoy trabajando para que se me pase… Llegaré a los escenarios y algo dentro me dirá qué hacer. Pero a veces no quiero ni estar. Literalmente. Solo por ser sincero. Por no entrar al ruido inútil. Sé que hay gente que se siente así. Si te sirve, yo me siento igual», decía.
Este mensaje llegaba después de que el artista haya estado recorriendo varios países de Latinoamérica durante el último mes con su gira «Sanz en vivo». A pesar de tenernos acostumbrados a su sinceridad, esta confesión sobrecogía a sus seguidores, que no tardaron en llenar su perfil en redes sociales con mensajes de apoyo. No obstante, el caso de Alejandro Sanz no es el primero que apela de manera pública a la salud mental de los cantantes de nuestro país.
Demasiadas exigencias
Las exigencias sobre el escenario, el acelerado ritmo de vida y el estrés han hecho que algunos hayan acabado pidiendo ayuda y comprensión de manera pública. Hace solo unos meses, era Amaia Montero, exvocalista del grupo «La oreja de Van Gogh», la que daba cuenta de su delicada situación con una imagen que en la que aparecía con un aspecto deteriorado y muy despeinada. Junto a la foto, la cantante escribía: «Si la esperanza es lo último que muere y todavía no la he perdido, ¿de qué me sirve la vida».
Tras el revuelo que se generó en torno a su estado de salud, la artista borró la imagen y poco después supimos que había sido ingresada en una clínica por un cuadro agudo de ansiedad. Sin embargo, a principios de mayo, la de Irún volvía a subir una nueva fotografía junto su exnovio Gonzalo Miró, a quien le une una gran amistad, donde se la podía ver ya recuperada.
Y otra cantante que no ha tenido pelos en la lengua para hablar de sus problemas de salud mental ha sido Mai Meneses, conocida por su grupo «Nena Daconte». Cuando más éxito tenía, en el año 2005, la que fuera concursante de la segunda edición de «OT»se empezó a ver superada por el estrés y el síndrome del impostor. «Sonábamos en muchos sitios y yo todo el rato preguntaba: ¿Yo canto bien? Pero si yo canto mal, si mis canciones son una mierda… », revelaba en enero de este mismo año en una entrevista.
A partir de entonces, sus problemas de ansiedad se agravaron con el consumo de drogas y pocos años después le diagnosticaron depresión psicótica. Algo para lo que a día de hoy sigue medicándose. Y quien también reconoció sufrir el síndrome del impostor fue Dani Martín, quien reveló en sus redes hace solo un año que se estaba medicando para combatir sus dolencias y que se estaba ayudando de la terapia, dando así visibilidad a los problemas de salud mental. Algo que también han hecho cantantes internacionales como Camila Cabello, Justin Bieber o Ed Sheeran.
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