Sergio Peris-Mencheta cumple 50 años: vida, cáncer y una lección de coraje

Este lunes, Sergio Peris-Mencheta cumple 50 años. Pero no es solo una cifra redonda: es también la celebración de una victoria personal que ha conmovido a compañeros, amigos y miles de seguidores. El actor madrileño, conocido por su fuerza escénica y su compromiso artístico, ha hecho de su lucha contra el cáncer un relato público y honesto, alejado del dramatismo, pero lleno de verdad.

"Me siento vulnerable y pequeño como nunca antes"

Fue en enero de 2024 cuando, a través de una emotiva carta en redes sociales, desveló que padecía un cáncer hematológico. Ya estaba en tratamiento con quimioterapia. "Me siento vulnerable, aterrorizado y pequeño como nunca antes", escribió entonces. Poco después, anunciaba que esperaba un trasplante de médula ósea. Hoy, con ese procedimiento ya realizado y la enfermedad en remisión, el actor vive con cautela, pero también con esperanza. "Los médicos están muy contentos con cómo estoy", confesó en una entrevista reciente, aunque sin ignorar que los efectos secundarios siguen presentes y "son mucho más duros" de lo que imaginaba.

Durante todo este proceso, nunca dejó de trabajar. Desde un hospital en Los Ángeles, donde recibía tratamiento, dirigió -literalmente con un gotero al lado- la obra "14.4" junto a su amigo Juan Diego Botto, dirigiendo a distancia a través de videollamadas. La pasión por el teatro se mantuvo intacta, incluso en sus días más difíciles.

Y si hay algo que no ha dejado de destacar en cada entrevista o publicación es el apoyo incondicional de su esposa, Marta Solaz. Juntos desde que coincidieron en "Al salir de clase", casados desde 2017 y padres de dos hijos, ella ha sido su refugio, su escudo y su mayor fortaleza en el camino más duro que han recorrido juntos.

Ahora, mientras celebra medio siglo de vida, Sergio también cuenta los días para el lanzamiento de su libro, "730 días. La enfermedad como espejo del tiempo", que saldrá a la venta el 28 de mayo. "Soy yo, sí, pero me sostiene otra estructura. Mis ojos son los mismos, pero ahora miro otras cosas", escribe. Un testimonio sincero, lleno de vida y resistencia. Como él.