Promesa para Francia
Attal, el político sexy de Macron
Jovencísimo, carismático, simpático, seguro, con buena planta y, al menos en el pasado, enamorado de otro político europeo. Así luce el flamante primer ministro francés
En medio de los nubarrones de la política española, nos deslumbran, para bien, las luces largas que llegan de Francia. Su nuevo primer ministro francés, Gabriel Attal, destella como un pájaro de oro. Tal es la emoción con la que ha sido recibido en todo Occidente que ha abierto el interrogante de por qué Macron entroniza a quien pueda eclipsarle.
A sus 34 años es un fenómeno. Carismático, entusiasta, seguro y con magnífica planta. Se abrió paso como una estrella de rock cuando visitó el miércoles pasado una comisaría en los suburbios del norte de París o durante su encuentro con las víctimas de las inundaciones en Paso de Calais.
«Es valiente, atrevido. Es un hombre de acción». Palabra de Brigitte Macron. Palabra de Dios, por tanto, en el Elíseo. La esposa del jefe de Estado ha trabajado con él en temas de educación y sabe por qué lo dice. Algún receloso en la Agrupación Nacional, un partido de extrema derecha, pide acción, además de buena fotogenia. «Más allá de la imagen, no debemos esperar mucho», indican.
Mientras los políticos lavan sus trapos sucios en casa, los ciudadanos se quedan con el irresistible encanto de este treintañero, el primer ministro más joven de la historia de la República. Es la figura política favorita de los franceses, según el último barómetro Ipsos y sus apariciones en televisión registran audiencias millonarias. Aunque es muy reservado, expone facetas de su vida que transmiten empatía sin ánimo de alzar con ello banderas. Es el caso de su homosexualidad. En un gesto que él consideró perverso, la hizo pública Juan Branco, abogado franco español, en su libro «Crépuscule». Según explicó Attal, este antiguo compañero de pupitre le hizo bullying con insultos como «maricón», además de otras actitudes.
El primer ministro se enamoró, según los tabloides franceses, de Stéphane Séjourné y formó con él una de las parejas más atractivas de la política europea. Es abogado y jefe del grupo liberal Renovar Europa en el Parlamento Europeo. Se sabe poco de su vida personal. Vivió en Buenos Aires y una temporada en España. Los dos decidieron vivir su relación con absoluta privacidad y discreción. Lo que sí aseguraron en su momento es que no estaban casados políticamente.
Coinciden, al menos, en su amor por el cine. Al primer ministro le viene de herencia. Hijo del abogado y productor de cine Yves Attal, fallecido en 2015, nombra entre sus preferidas la película «Tacones lejanos», de Almodóvar. Él mismo hizo sus pinitos como actor en «La Belle Personne», de Christophe Honoré, cuando tenía 19 años. Según confesó, esto le ayudó a gestionar el miedo escénico y a hacer gala de esos valores que defiende en política: «determinación, ambición y voluntad».
Desde hace un tiempo, el primer ministro comparte tardes de cine con el pequeño Nikólai, hijo de una prima que murió en 2016, dejándole huérfano con tres años. Su madre, Marie, le adoptó y ahora el político disfruta ejerciendo de hermano mayor.
Un año antes perdió su padre por un «cáncer devastador» que le marcó profundamente y le ayudó a dar un nuevo significado a la vida. «Quiero vivir como quiero, con pasión, amor y sinceridad», confesó.
Nacimiento por reproducción asistida
Llegó al mundo un 16 de marzo de 1989 en Clamart gracias a un proceso de reproducción asistida. Lo contó él mismo en sus redes sociales en 2021, cuando el parlamento francés aprobó un proyecto de ley para facilitar la maternidad a parejas lesbianas o madres solteras. «No podría haber soñado con una mejor familia o recibir más amor del que mis padres me han dado».
Además de él, sus padres, que se divorciaron después de 16 años, tuvieron dos niñas. Exceptuando detalles puntuales, defiende su privacidad con gran hermetismo.
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