Pablo Iglesias sale de su escondite para mostrar, por sorpresa, su amor por Irene Montero

Pablo Iglesias nunca ha sido muy dado a arranques amorosos, menos aun cuando se encontraba en la vida política de forma activa. Nunca ha querido que su relación con uno de los pilares fundamentales de su partido, Podemos, pudiese ensuciar su actividad profesional, por lo que siempre ha desviado la atención mediática y ha preferido dar la callada por respuesta. Pero esta máxima de discreción del madrileño se la ha saltado él mismo de forma inesperada, cuando ha querido dejar clara la admiración que siente por su mujer, Irene Montero, ahora que está en horas bajas y ha perdido fieles entre sus propias filas.

El político retirado no suele hacer mención sobre su mujer en lo que a su terreno personal se refiere. Tan solo la mentaba en el ámbito político. Más aún sobre sus tres hijos, de los que ha contado píldoras anecdóticas, más sobre su papel como padre. Pero ahora Pablo Iglesias ha dado la sorpresa, mientras se espera que se solucione el atasco en el Gobierno y se determine el papel que jugará la actual ministra de Igualdad en funciones. Quizá para demostrarle que está a su lado en este instante de incertidumbre, le ha dejado un precioso mensaje en su cuenta personal de Twitter, donde le ha rendido un bonito homenaje.

“Cómo no van a odiarla…”, ha escrito Pablo Iglesias como único contexto para describir una imagen de su mujer, Irene Montero. Una instantánea de sus años de juventud en la que muestra su lado más gamberro y desenfadado, que está acompañado de su currículo profesional. El político madrileño ha querido dejar constancia de la capacidad de su esposa para justificar su privilegiada condición. Lo ha hecho compartiendo un vídeo de ‘Canal Red’, una plataforma especializada en actualidad política y en la que la ministra colabora, de ahí lo bien parada que ha salido del análisis realizado a su pasado.

Pero no todos los usuarios de Twitter que han caído en el último post de Pablo Iglesias han querido ver los logros profesionales de Irene Montero. Muchos se han conformado con analizar la instantánea elegida para acompañar el listado de metas laborales y académicas. Una foto desempolvada del baúl de los recuerdos de los años mozos de la política, ataviada con un sencillo top blanco, pantalones en negro y con los pies descalzos para mostrar más naturalidad y cercanía.