Italia

Pugna entre Salvini y Meloni tras la debacle en las municipales

La derecha italiana solo consigue retener Trieste pese a liderar los sondeos nacionales

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La derrota de la derecha en las elecciones municipales celebradas entre el domingo y el lunes en Italia abre una crisis en la alianza conservadora de la Liga, Hermanos de Italia y Forza Italia. Milán, Nápoles, Turín, Bolonia y Roma, las cinco grandes ciudades en juego en las primeras elecciones desde que Mario Draghi es primer ministro, se saldaron con un rotundo fracaso para la coalición de Matteo Salvini , Giorgia Meloni y Silvio Berlusconi, que aspiran a ganar unidos las elecciones generales previstas en 2023.

«El centro derecha tiene más alcaldes hoy que hace 15 días», dijo el líder de la Liga, Matteo Salvini, tratando de ver el vaso medio lleno. «Obviamente habríamos preferido ganar en Roma, pero los ciudadanos tienen siempre razón. Las matemáticas no son una opinión», declaró visiblemente molesto, apenas dos horas después del cierre de los colegios. Efectivamente, la derecha ganó en Trieste, Pordenone, Grosseto y Novara, pero perdió ciudades que ya gobernaba como Savona o Cosenza. Salvini justificó la pérdida de consenso por los ataques de la izquierda durante la campaña electoral, a quienes acusó de haber instrumentalizado los disturbios protagonizados por antivacunas y neofascistas en Roma.

Su socio y rival dentro de la coalición, Giorgia Meloni, se mostró más realista tras conocer los resultados, aunque trató de echar balones fuera. «El centro derecha sale derrotado porque no hemos podido arrebatar las grandes ciudades al centro izquierda», reconoció. «Pero hablar de debacle es exagerado. Para debacle la del Movimiento Cinco Estrellas. El Partido Demócrata está celebrando la victoria sobre los restos de los aliados ‘grillinos’» analizó.

El centro derecha solo pudo celebrar la reelección de su alcalde en la ciudad de Trieste, donde este lunes se registraron enfrentamientos entre la Policía y manifestantes, la mayoría estibadores y personal del puerto, contrarios a la obligación del pasaporte sanitario para trabajar, que entró en vigor el viernes. Los agentes tuvieron que desalojar las concentraciones de cientos de manifestantes que protestaban en una de las entradas del puerto con cañones de agua y gases lacrimógenos.

La derrota abre una grieta al interno de la alianza conservadora y pone en cuestión el liderazgo de Salvini, pero también es un revés importante para Meloni, líder de Hermanos de Italia, el partido que más crece en Italia.

Meloni reconoció que dentro de la coalición derechista, que funcionó durante los últimos años, los tres partidos «tienen posiciones diferentes» y «desorienta al electorado». Esto porque, según la líder ultraderechista, los partidos de Salvini y Berlusconi, integran la coalición gubernamental junto a la izquierda: «Es normal que esto haga difícil crear una alternativa clara y puede desorientar al electorado de derechas», criticó. Por eso propuso una cumbre de la coalición en esta semana. Salvini por su parte rechazó hacer autocrítica y, en línea con su socia, atribuyó estos resultados a «un problema democrático».