
Casa Real británica
Los detalles más curiosos del vestido de novia heredado de Beatriz de York tras 5 años de su boda
Un diseño que llevó hasta en tres ocasiones distintas su abuela, la reina Isabel II, en la década de los 60

En un día como hoy se cumplen 5 años desde que Beatriz de York dio el sí quiero con Edoardo Mapelli en Windsor. Una boda de lo más íntima celebrada en la Capilla Real de Todos los Santos, a la que asistieron alrededor de 20 invitados, como la reina Isabel II, el duque de Edimburgo, Sarah Ferguson, el príncipe Andrés u otros familiares de ambas partes. Sin anuncio previo, lo mantuvieron en secreto hasta el acontecimiento, en el que vimos las primeras fotografías como marido y mujer. Momento en el que descubrimos el vestido de novia de Beatriz de York, un claro homenaje a su abuela.
El 17 de julio de 2020, la hija del príncipe Andrés y Sarah Ferguson se convirtió en una de las royals mejor vestidas en uno de sus días más especiales y recordados. No solamente por el diseño tan delicado y femenino que resalta, así como define, su estilo, sino por el mensaje que se oculta tras él. Se trata de un diseño vintage de Norman Hartnell que perteneció a la reina de Inglaterra e, incluso, lo llegó a lucir hasta en tres ocasiones distintas. La primera vez fue en 1961 en un viaje de Estado a Roma, mientras que en el resto de veces fue en el estreno de la película Lawrence de Arabia en Londres un año después y en la apertura del Parlamento en 1966. Y tras más de cinco décadas, fue Beatriz de York la que brilló con un vestido de novia heredado y reciclado con un toque fantasía y contemporáneo, además de con un aire retro gracias a su originalidad de la década de los 60.
Los detalles del vestido de novia de Beatriz de York
Como decíamos, Hartnell fue el encargado de hacer brillar tanto a Isabel II en su día como a su nieta en 2020. Cabe destacar que era el diseñador más recurrente de la monarca, que incluso también hizo deslumbrar con su vestido de novia en 1947 o con la corona del día de su coronación. Se trata de un diseño blanco al estilo princesa confeccionado en ivory Peau de Soie taffeta, combinado con Duchess satin y organza. Inicialmente era de tirantes, con cuerpo de escote recto perfectamente ajustado a la silueta adornado de forma geométrica con diamanté y cristales que llega hasta una falda de vuelo hasta los tobillos.

Tomando como referencia el modelo inicial, Beatriz de York realizó pequeños arreglos para actualizarlo. Dichos ajustes estuvieron de la mano de Angela Kelly y Stewart Parvin, actualizando la falda, así como alargando su largo, o añadiendo mangas cortas abullonadas y bordadas con diamante vintage. Eso sí, para preservar la esencia del vestido, todas estas actualizaciones podrían extraerse para devolver su forma original sin dañarlo. Se realizó dentro del Castillo de Windsor para evitar que se filtrara ningún detalle del vestido de novia de Beatriz de York. En el día a día, cada vez es más común ver bridals reciclando vestidos de novia. Sin embargo, no es una costumbre verlo dentro de la realeza. Pues bien, Beatriz de York se convirtió en la primera royal en reutilizar el vestido de novia, marcando tendencia y diferencia dentro de la corona británica. Cabe destacar que antes de modificarlo, un equipo especialista lo inspeccionó para reafirmar que estaba en condiciones de ser usado.
También, utilizó la tiara de diamantes Queen Mary Fringe que vistió su abuela en su boda, así como posteriormente la princesa Ana en 1973. Y finalizamos con el calzado, puesto que los zapatos de tacón de Valentino no eran nuevos, los habían utilizado anteriormente en bodas reales. En definitiva, la monarca marcó un cambio dentro de la corona británica confiando en uno de los diseños más especiales de su abuela.
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