Despedida del mar
El ruido y la degradación, el bum-bum permanente de los chiringuitos y la ordinariez son capaces de acabar, si no se pone remedio, con un espacio de ensueño
El ruido y la degradación, el bum-bum permanente de los chiringuitos y la ordinariez son capaces de acabar, si no se pone remedio, con un espacio de ensueño