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Sergio Ramos: 6 meses del blanco al negro

No ha jugado ni un minuto con el PSG a causa de los problemas físicos y su debut todavía está lejos. En París ya se habla incluso de rescisión de contrato

Sergio Ramos, seis meses fuera de juego
Sergio Ramos, seis meses fuera de juegoArchivoLa Razon

El 16 de junio se ponía fin a la relación entre Sergio Ramos y el Real Madrid y desde entonces ha llovido mucho sobre el ex capitán merengue. Se cerraban así 16 años de leyenda en el Real Madrid y arrancaba un proyectazo para que el central siguiera compitiendo al máximo nivel una vez cumplidos los 35 años.

Llegaba en medio de una gran expectación por parte de los aficionados y hasta se atrevía con sus primeras palabras en francés. “El mejor lugar para seguir soñando” afirmaba el central, que desconocía que pronto se tornaría en pesadilla.

Considerado uno de los mejores centrales del mundo, ganador de cuatro Champions con el Real Madrid y el futbolista que más veces ha sido internacional con España, Ramos llegó a París para reforzar una de las líneas más débiles del equipo, la defensa. El PSG pensó que fichaba una solución, pero, hasta ahora, la incorporación de Ramos solo ha sido un problema. No ha podido jugar ni un minuto por las lesiones y no hay fecha para su debut.

Fuera de juego desde el 5 de mayo

Disputó su último partido el 5 de mayo y de eso se cumplen este viernes seis meses. Aquella noche, contra el Chelsea en Stamford Bridge, Sergio Ramos se despidió sin saberlo del Real Madrid y, por el momento, del fútbol. En 2021 acumula 275 días de baja y no hay duda de que está atravesando el momento más delicado de su dilatada y brillante trayectoria. Su lucha ahora es contra su físico, contra un cuerpo que ha cuidado y que a sus 35 años y en un momento crucial de su vida le ha frenado de golpe. Un problema en el sóleo de su pierna izquierda le martiriza desde julio y en el club han pasado del optimismo a la preocupación, de la esperanza a la prudencia y de la ilusión al temor. Todo lo relacionado con Ramos se maneja ahora con exquisita prudencia y el miedo a que una reaparición precipitada provoque una recaída hace que todos los pasos en la recuperación del español se den con suma prudencia. De hecho en el club galo, creen que la ansiedad del central por jugar está frenando su vuelta.

El 13 de agosto el PSG todavía era optimista y pensaba que el debut de Ramos se produciría a mediados de septiembre, después del parón de selecciones. A partir de ese momento, la situación entró en una especie de bucle. Cada semana que comienza parece que será la última para ver a Sergio Ramos aislado de sus compañeros y lejos de los terrenos de juego y, después, cada semana se convierte en una más más con el español en la enfermería.“Sergio Ramos continúa su preparación individual en el campo”, son las palabras que el PSG repite como un mantra de manera exacta en todos los partes médicos. Se han filtrado diferentes fechas para su regreso, la última la de que estaría ante el Lille del 29 de octubre, pero una vez más nos se cumplió. A día de hoy, la situación del central permanece estancada y desde el club se baraja la posibilidad de que su debut pueda retrasarse al menos hasta enero.

La amenaza del PSG

De hecho, en los últimos días la situación incluso ha empeorado y las noticias que llegan desde París, donde hasta ahora parecían ser cautos, no ayudan. El pasado fin de semana, Le Parisien -medio de cabecera del PSG- sorprendía al anunciar que el club galo tenía sobre la mesa la rescisión de contrato del central sevillano. “Internamente, la confianza que algunos depositaron en el defensa en el momento de su fichaje, o incluso tras su lesión en la pantorrilla unas semanas después, ya no es inquebrantable hoy. Tanto es así que la opción de la rescisión de contrato, aunque no está en la agenda del día, ya no es ciencia ficción, habiendo el PSG asumido el hecho de que pudo haberse equivocado en su elección”, asegura el periódico que mejor conoce la información dentro del club.

Esta opción, sin embargo no parece viable debido a las graves consecuencias a las que tendría que enfrentarse la entidad, y es que el PSG debe tener en consideración la normativa FIFA que permite proteger a Sergio Ramos al encontrarse en el llamado período protegido. Al margen de una cuantiosa indemnización, la prohibición para la “inscripción de nuevos jugadores, tanto en el ámbito nacional como en el internacional, durante dos periodos de inscripción completos y consecutivos”, algo que un club como el PSG no puede permitirse.

Cosa bien distinta es su sueldo. Los medios franceses han advertido esta semana de otra medida que el club podría tomar y que ya está sobre la mesa de Al-Khelaifi. Hay una normativa en la Ligue-1 que permite a los clubes no pagar el salario de sus jugadores si pasan 90 días lesionados. De ahí la ansiedad de Ramos por acelerar su regreso.

De hecho, según Le Parisien, el PSG cree que lo que frena al exmadridista es su impaciencia por regresar, que estaría creando ciertos“desequilibrios musculares por sus ganas de ir más rápido que la medicina”,lo que explicaría que siga sintiendo dolores cada vez que entrena.

La respuesta de Ramos

El escenario, 120 días después de su llegada a París, no parece el más alentador a pesar de los esfuerzos del central -a golpe de vídeo en Instagram- por mostrar que su recuperación va por buen camino y filtrar a su entorno mediático que su debut podría producirse el 20 de noviembre ante el Nantes.

Llegó al PSG para demostrarse a sí mismo y también a los demás (al Real Madrid, a Luis Enrique, a los aficionados) que aún tenía cuerda para rato y que la tenía, además, para competir entre los más grandes. Pero no lo ha podido cumplir sus expectativas y las dudas están creciendo a pasos agigantados. A pesar de que el central se esfuerza en acallar los rumores, la única realidad es que ha pasado en seis meses del blanco al negro y la sombra de que no pueda volver a jugar con regularidad sigue planeando sobre su cabeza.