La máxima impuesta por Isabel II de «nunca quejarse, nunca dar explicaciones» se desvanece en una institución que, desde su muerte, ha entrado en una perpetua crisis. La saga en torno a la preocupante salud de la princesa de Gales se intensificó ayer cuando la propia Kate pidió «disculpas» por la «confusión» generada después de que, según dijo, ella misma retocase la foto publicada el domingo por el Palacio de Kensington. «Como muchos fotógrafos aficionados, experimento ocasionalmente con la edición (de fotos). Quería expresar mis disculpas por cualquier confusión. Espero que todo aquel que lo celebrase haya pasado un feliz Día de la Madre», reza el breve comunicado, firmado «C», la inicial del nombre de la princesa.

La instantánea con la que Palacio de Kensington pretendía frenar la creciente histeria en torno a Kate ha terminado siendo un gol en propia meta, un error sin justificación alguna de su equipo de comunicación. La pose ideal de Kate con sus tres niños sonriendo a la cámara era la primera imagen oficial que se tenía de ella desde la última vez que se la vio en público el día de Navidad antes de su intervención abdominal.

Pasados unos minutos comenzaron a evidenciarse los retoques: la manga difusa de la chaqueta de la princesa Carlota, la cremallera cortada del abrigo de Kate, los dedos en posición extraña del príncipe Luis… Las principales agencias de comunicación acabaron retirando la imagen generando más teorías de la conspiración.

Hasta el fin de los tiempos, la institución de la Monarquía dependerá del apoyo popular. Y si el pueblo deja de creer en ellos porque teme que no les están contando la verdad ¿qué queda? «Si no podemos confiar en una fotografía, ¿cómo podemos creer lo que nos dicen?», asegura la experta en realeza Emily Andrews ante el declive de la Casa Windsor. Los medios británicos han pasado del silencio sepulcral a afilar armas.

¿Por qué Palacio no muestra la foto original? ¿Tienen algo que ocultar? La ineptitud con la que, según los expertos, está actuando ahora el Palacio de Kensington es preocupante. El secretismo ante la salud de Kate está resultando más que contraproducente para la realeza. Las sospechas de que algo anda mal son cada vez más creíbles y cada imagen añade más confusión. El lunes, se difundió una nueva foto con la princesa aparecía de lado mirando por la ventana, con el pelo aparentemente recogido, junto al heredero al trono. Su cara, sin embargo, no se ve en ningún momento.

Las evidencias más notables de que la imagen fue manipulada

En la imagen se observan algunos de los retoques que Kate Middleton hizo en el polémico posado de la reaparición junto a sus tres hijos.

1. El hombro del príncipe George cae de forma poco natural.

2. El cabello de Charlotte se corta de manera abrupta y no es el largo que acostumbra a llevar.

3. La cenefa del jersey de Louis no sigue el patrón del resto del jersey, sino que se ve desencajada en el brazo derecho.

4. La muñeca de George sobre su madre está distorsionada y la cremallera de Kate no sigue una línea natural, sino en zigzag.

5. La tela de la falda de cuadros tiene una caída extraña.

6. El dedo gordo del príncipe Louis está desenfocado. También la repisa sobre la que apoya su mano habría sufrido algún retoque.