
Negocio
Anna Ferrer descubre los secretos de El Trompeta
Paz Padilla y su hija han reabierto el chiringuito en el que trabajó el hermano de la humorista hasta su fallecimiento

Si hay algo que caracteriza el verano son los chiringuitos, esos locales a pie de playa donde refrescarse y reponer fuerzas después de largas jornadas de sol, sal y arena. En España, las costas están repletas de ellos, y, como en todo, hay algunos con historia. Y uno de ellos es El Trompeta, situado en Zahara de los Atunes, Cádiz, y que acaban de reabrir Paz Padilla y Anna Ferrer.
LA RAZÓN ha hablado con Anna, que cuenta ilusionada a la par que nostálgica la historia del que es su nuevo negocio: «El Trompeta ya existía antes de cogerlo nosotras; era el proyecto de mi tío Luis, al que dedicó muchos años de su vida y toda su ilusión. Él consiguió crear un lugar mágico: con su manera de ser y su alegría hizo de este sitio un oasis al que todo el mundo quería volver. Por eso, cuando falleció, nos dio mucha pena pensar que todo lo que él había conseguido se iba a perder. Decidimos continuar con su legado y, de alguna manera, rendirle homenaje», cuenta.
Se siente orgullosa de su decisión, pero no fue sencilla: «Era difícil de tomar porque nos enfrentábamos a un proyecto complicado, ya que nunca habíamos hecho nada parecido. Pero la ilusión de mantenerlo fue suficiente para empezar esta aventura», explica. Lo que no dudaron fue en hacerlo juntas, madre e hija, pues para ambas era especial: «Está siendo una experiencia distinta a otras veces que hemos trabajado juntas, por la parte personal que implica. También porque queremos ser fieles a él y mantener su esencia, y lo estamos haciendo lo mejor que sabemos. Pero gracias a que nos conocemos tanto y tenemos confianza, las dos sabemos cuáles son nuestros puntos fuertes. Confiamos en el criterio la una de la otra y ya tenemos una buena dinámica de trabajo. Al final ha sido eso: trabajo en equipo, confiar, buscar gente experta que nos asesorara y ponerle toda la ilusión para crear ese ambiente divertido, agradable, donde todo el mundo sea bienvenido y quiera repetir. Y esa, sin duda, ha sido mi parte favorita».
Gran aprendizaje
Inauguraron el pasado mes de abril y la sensación es muy positiva. «¡Una locura! No esperábamos tanta acogida y estamos abrumadas. También las primeras semanas son de aprendizaje total: ir detectando errores y corrigiéndolos… como en cualquier negocio. Pero han sido claves para darnos cuenta de que todo esto tiene sentido y para alegrarnos de haber tomado dicha decisión. La esencia sigue siendo la misma, y ese es nuestro mayor logro y lo que nos motiva para seguir y mejorar», avanza Anna, y continúa: «Esperamos que la gente que conocía a Luis siga encontrando aquí ese lugar especial que era cuando estaba él. Solo deseábamos estar a la altura de su legado».
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