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El poderío de Lisette Oropesa en la Zarzuela

La soprano eclipsa el Teatro de la Zarzuela con un programa centrado en este histórico género
Elena del realTeatro de la Zarzuela

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Noche de gran triunfo en el Teatro de la Zarzuela dentro de la programación propia de conciertos. Esta vez cantaba una soprano fuera del admirable y afortunadamente longevo ciclo de lied y, por ello, con un público diferente. Del silencio respetuoso de los asistentes habituales al citado ciclo a los aplausos entre pieza y pieza de cada una de las “Siete canciones populares” de Falla. Pero hay algo que merece destacarse por encima de todo: en el Teatro de la Zarzuela estamos viendo abordar el género a artistas no españoles, lo que supone que se extiende su poderío. Quizá así se consiga que se declare “Patrimonio de la humanidad” como llevamos tiempo reclamando. En abril fue Sonya Yoncheva quien le dedicó un programa entero. Había razones que lo explicaban en parte como que tenga antepasados españoles y que su marido sea el director de orquesta Domingo Hindoyan, con el que ha estuvo preparando aquella actuación en la República Dominicana.
Pero ya antes, en marzo de 2018, Elina Garança la montó en una velada de esas que hicieron historia. Una de las artistas más cotizadas en este momento, nacida en en Letonia, pero con un marido -Karel Mark Chichon- que, como gibraltareño, habla perfectamente español. Él es ahora director de la Filarmónica de Las Palmas. Ella debutaba en Madrid este lunes, en la Zarzuela, con un programa centrado precisamente en este género. Desde el escenario declararon: “Nosotros estamos aquí porque amamos la música española y especialmente la zarzuela, y es por eso que la hemos llevado a todas partes del mundo. Y es nuestro deseo que este gran teatro siga defendiendo este género tan español y tan único que es la zarzuela”. Justo en plena opa del Teatro Real sobre la Zarzuela. ¿Se acuerdan?
A su escenario ha llegado ahora Lisette Oropesa, un día antes de la continuación de una huelga que Cultura no logra solucionar, la primera soprano en ofrecer un bis en la historia del Teatro Real. Nació en Nueva Orleans, pero de padres cubanos y por eso ha diseñado un programa uniendo Cuba y España, al que el pianista acompañante Rubén Fernández Aguirre unió sendos homenajes a Piazzola y Arrieta en el año de los aniversarios de sus nacimientos. Es una de esas artistas con las que el público conecta de inmediato. Elegante y siempre sonriente, le bastan unos simples gestos para mostrar su carisma y la simpatía va a más cuando habla con acento marcadamente cubano.
Voz de soprano ligera, con una línea a la antigua, que no rehúye de abordar los graves y que muestra personalidad en todo momento. Desgranó el citado Falla, dijo muy bien los “Cuatro madrigales amatorios” de Rodrigo, puso corazón en Barbieri, Sorozabal, Lecuona y Penella, para deslumbrar en “Yo soy Cecilia” de Roig. Eso antes de las propinas, porque nadie se levantaba de sus asientos. No se levantaban ni Ermonela Jaho ni Michael Fabiano, soprano y tenor en “La Boheme” del Real, que acudieron a disfrutar con su compañera. Ni Gregorio Marañón, que volvía al teatro desde aquella frustrada opa y que, quién sabe, podría estar meditando otra. Por cierto, Garança, Yoncheva y Oropesa han declarado que cantar nuestro género es mucho más difícil que cantar ópera. ¡Viva la zarzuela y la Zarzuela!