«Me da igual que Cataluña se convierta en un país pobre»
Testigo directo: La Diada desde dentro de la manifestación. La desconexión emocional de buena parte del soberanismo con el resto de España ya es total y difícilmente revertible. Los separatistas están convencidos de que, como rezaba ayer en sus camisetas, la creación del nuevo «Estado» traerá el nirvana