'Áteme esa mosca por el rabo': por qué se utiliza esta expresión tan disparatada
Esta frase hecha del español tiene un significado de tono irónico bastante curioso


Creada:
Última actualización:
Una parte fundamental de todos los idiomas son las expresiones y frases hechas que no siguen una lógica estrictamente racional, sino que provienen del habla coloquial. Si algo distingue a un hablante amateur de otro más experimentado es precisamente el conocimiento de este tipo de jerga o modo del habla.
A la hora de aprender un idioma, las primeras nociones básicas que se reciben están pensadas para comprender el funcionamiento lógico de este. Obviamente, no se entra a ilustrar sobre frases hechas ni juegos de la retórica propios de esa lengua o cultura. Todos los estudiantes tienen ese deje un tanto ‘robótico’ al principio.
Pero cuando se va adquiriendo más conocimiento sobre una lengua, una vez que se tienen las herramientas suficientes, se pueden empezar a comprender los juegos y vueltas del lenguaje. Así por ejemplo, cuando un inglés nos siga que “se están derramando perros y gatos” (“It’s pouring cats and dogs”) no está haciendo una referencia a las mascotas. Lo que querría decir en este caso es que llueve con mucha fuerza, algo que podríamos traducir como “cómo jarrea” o “están cayendo chuzos de punta”.

Y es que algunas veces esta clase de expresiones son tan enrevesadas o requieren de un sobre una materia tan concreta, que difícilmente se pueden adivinar por mera intuición. Igualmente, forman parte del habla coloquial y están presentes en el día a día de cualquier hablante, pero conviene conocer su explicación para usarlas con mayor precisión.
'Áteme esa mosca por el rabo': por qué se utiliza esta expresión tan disparatada
Los insectos, por lógica o por desgracia, son el foco de muchos desprecios o malos tratos en cualquier idioma. Parte de ello tal vez venga por su aspecto temible o lo tedioso de escuchar sus zumbidos durante toda el día, o peor: toda una noche en vela. ‘Matar moscar con el rabo’, ‘caer como moscas’, ‘tener la mosca detrás de la oreja’…
Estos pequeños seres alados de ojos compuestos y corta vida parecen ser los artrópodos que peor salen parados siempre en nuestro refranero y habla coloquial. La expresión de la que hablaremos hoy también tiene a esta clase de insectos dípteros como protagonista, aunque por en un tono más irónico que agresivo.
Hablamos de “áteme esa mosca por el rabo” y sus variaciones, que se utiliza normalmente cuando se quiere señalar que una acción parece extremadamente difícil o ridícula de realizar. Esta frase hace referencia a una tarea absurda o impracticable: atar una mosca por el rabo sería algo imposible, ya que la mosca es pequeña, rápida, y su cola (rabo) no es una parte física que pueda atarse.

Se apoya en la imagen cómica y exagerada de intentar llevar a cabo algo tan difícil como inútil, algo tan ridículo como amarrar a un insecto volador por una parte minúscula de su cuerpo. Su origen histórico, por otra parte, es del todo incierto, aunque es de uso popular tanto en España como en muchas partes de Hispanoamérica.
La frase es típicamente asociada a situaciones donde alguien pide o espera algo irrealizable. Y se puede utilizar para:
- Rechazar una tarea compleja o absurda. "¿Que quieres que termine este examen en 10 minutos? ¡Áteme esa mosca por el rabo!".
- Ironizar sobre algo irrealizable. "Si crees que voy a correr un maratón sin entrenar, mejor áteme esa mosca por el rabo".
- Añadir un toque humorístico a una queja. “¿En serio me lo estás pidiendo? Anda y mejor intenta atar una mosca por el rabo”.