Sánchez se da de bruces con el banquillo
El poder es su primera y su última línea de defensa. No perderemos un minuto en pedir un último gesto de integridad a Sánchez. Un demócrata ya habría dado la voz al pueblo soberano
El poder es su primera y su última línea de defensa. No perderemos un minuto en pedir un último gesto de integridad a Sánchez. Un demócrata ya habría dado la voz al pueblo soberano