Comienza el éxodo hacia el sur
No habían pasado ni 24 horas desde que se produjo el terremoto y los habitantes de Tokio ya trataban de volver a la rutina cotidiana de sus vidas. Continuaron esforzándose en ello durante cuatro días, indiferentes al desabasto y sobreponiéndose con paciencia a los cortes energéticos.