Doncellas, solteras y el juego carnal
La España de Felipe IV tenía fama internacional, como la del propio monarca, de ser uno de los lugares más promiscuos de Europa: conductas que, muchas veces terminaban en la Justicia
La España de Felipe IV tenía fama internacional, como la del propio monarca, de ser uno de los lugares más promiscuos de Europa: conductas que, muchas veces terminaban en la Justicia