Estreno ruidoso bajo las «setas»
Casi cuatro décadas después del derribo del edificio original y de su traslado a una instalación mal llamada provisional, los comerciantes del mercado de la Encarnación –o más bien sus hijos, nietos e incluso biznietos– concluyeron ayer su «destierro» ocupando sus nuevos puestos bajo las «setas» del Metropol Parasol.