La «realpolitik» de Sánchez y el legado de Palmerston
Sánchez quizá tenga razón, y no debe olvidar que la política exterior no da votos, pero sí los quita –que se lo digan a Aznar y Rajoy–, incluso aunque se aplique la doctrina Palmerston
Sánchez quizá tenga razón, y no debe olvidar que la política exterior no da votos, pero sí los quita –que se lo digan a Aznar y Rajoy–, incluso aunque se aplique la doctrina Palmerston